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¿El
Último remanente de Dios creerá en la Trinidad? |
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Esta pregunta merece una buena
respuesta y para ello deberíamos abordar los puntos mencionados a
continuación:
1. El Tiempo del Remanente.
2. La Situación del remanente.
3. Características propias del
remanente.
a. Doctrinas del remanente.
b. Vida y carácter del
remanente.
4. Obra del remanente. Pero por la intención primaria de este panfleto solo me dedicaré al punto 3a y los demás serán tratados en un próximo panfleto. Quiero decirles que este estudio esta dirigido a aquellos fieles de Dios esparcidos por los diversos caminos del mundo que por distintas razones se encuentran solos sin saber qué hacer y que les depara el futuro o para aquellos que aunque están rodeados de muchos profesos cristianos, se encuentran solos “contendiendo por la fe que una vez fue dada a los santos” (Judas 3). Mis más sinceros deseos son que Jehová el Eterno, el Padre de los espíritus de toda carne y su unigénito Hijo desciendan a vosotros por medio del Espíritu para consuelo y guía de sus almas al reino de los cielos.
Doctrinas del remanente
El último remanente de Dios nos es
presentado en Apocalipsis 14:12:
“Aquí está la
paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de
Jesús”. Se ve claramente el contraste con los
seguidores del diablo:
“Y el tercer
ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su
imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano…”
(Apocalipsis 14:9). Además el remanente es heredero del mensaje del primer
ángel y del segundo:
“Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y
adorad a aquel hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las
aguas…Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a
todas las naciones del vino del furor de su fornicación”
(Apocalipsis 14:7,8). Si notamos claramente la diferencia entre ambos grupos
reside entre a quién adoran y la marca o los mandamientos de quien guardan.
El último remanente de Dios adora al único Dios verdadero, y también teme y
glorifica al Ejecutor de la Creación, al que con su propia mano creó, que
según Juan 1:3 y Colosenses 1:15-17 corresponde a la persona del Hijo de
Dios, a Cristo Jesús nuestro Señor. Además este remanente guarda los
mandamientos de Dios y la fe de Jesús, recibiendo así el sello de Dios. Por
otro lado vemos al grupo que sigue al diablo que adoran a la bestia
convirtiéndola en un dios falso y también temen y glorifican a su imagen (la
de la bestia), además tienen como señal la marca de la bestia en su frente o
en su mano. Podemos ver esta comparación por medio de una tabla:
Es de verse claramente que
estas características que los diferencian corresponden a los primeros 4
mandamientos, haciendo más resaltante el hecho de que los “que guardan los
mandamientos de Dios están puestos así en contraste con los que adoran la
bestia y su imagen y reciben su marca, se deduce que la observancia de la
ley de Dios, por una parte, y su violación, por la otra, establecen la
distinción entre los que adoran a Dios y los que adoran a la bestia.”
(Conflicto de los Siglos, p. 499). Ahora bien, la distinción entonces los
diferencia, y viendo que en el mundo cristiano no hay discusión en cuanto a
los otros 6 mandamientos, los referidos al prójimo, entonces más propiamente
esta distinción resalta en los primeros 4 mandamientos, los referentes a
nuestro deber para con Dios. Aquí es donde la controversia es más evidente,
y es donde realmente gira la controversia final entre los que sirven al
único Dios verdadero y los que sirven a los dioses falsos. Por supuesto, que
estos mandamientos están relacionados con las doctrinas, pues para que
alguien adore al verdadero Dios, es menester que también le conozca:
“Sin fe es
imposible agradar a Dios; porque es menester que el que a Dios se allega,
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” “Esta es la
vida eterna: que te conozcan a ti el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a
quien has enviado” (Hebreos 11:6; Juan 17: 3).
Queda pues demostrado que no solo en la adoración se diferencian sino en las
doctrinas referentes a Dios y a cómo adorarle es que se diferenciarían los
dos grupos: el remanente de Dios y los seguidores de la bestia. Veamos
entonces las doctrinas distintivas.
La Doctrina del único Dios verdadero
El primer mandamiento dice:
“Yo soy Jehová
tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No
tendrás dioses ajenos delante de mí.” (Éxodo
20:1,2) es el mismo mensaje que dice:
“Temed a Dios,
y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado…”
(Apocalipsis 14:7). Tanto el primer mandamiento como el mensaje del primer
ángel que contiene el evangelio eterno, nos llaman la atención del único
Dios verdadero. Jesús estando en la tierra dijo:
“Esta es la
vida eterna: que te conozcan a ti el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a
quien has enviado” (Juan 17: 3).
Claramente nos indico que el principio de la vida eterna comienza en
conocer al único Dios verdadero. Y cuando Pablo estaba ante el auditorio de
la mayor sabiduría de su tiempo declaró:
“Varones
atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y
mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta
inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin
conocerle, es a quien yo os anuncio. El Dios que hizo el mundo y todas las
cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en
templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como
si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas
las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que
habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los
tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en
alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos
de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como
algunos de vuestros propios poetas también han dicho. Porque linaje suyo
somos. Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea
semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de
hombres. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia,
ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por
cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por
aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los
muertos” (Hechos 17:22-27, 30-31). Si nos fijamos
con detalle también el apóstol Pablo relacionó el arrepentirse de no conocer
al único Dios verdadero y representarlo falsamente con el hecho de que en un
tiempo futuro habría de comenzar el juicio. Pues el primer ángel manda a
adorarle porque la hora de su juicio ha llegado. Así vemos que Pablo también
predicaba el mensaje del primer ángel. También vemos que el primer
mandamiento está relacionado con el mensaje del primer ángel. Es pues
importante la verdadera doctrina del único Dios verdadero, que además está
en contraste con el dios que adora la bestia y su imagen. Surge pues la
pregunta ¿Quién es el único Dios verdadero? ¿Quién es el dios de la Bestia y
de la Babilonia espiritual?
Para responder esta pregunta nos
remitiremos a la Escritura. Veamos pues que dice. Está escrito en
Deuteronomio 6:43-5:
“Oye, Israel:
Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu
corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
Aquí se nos dice claramente que el único Dios verdadero es uno solo, una
sola persona constituye al solo Dios. Nuestro Señor Jesús también confirmó
este mandamiento (Marcos 12:29-32) y el apóstol Pablo lo dijo una cantidad
de veces (1Tim 2:5; Gál 3:20; Efe 4:6). Así que vemos que esta enseñanza era
parte de la creencia de Cristo y de los Apóstoles. Pero muchos han querido
torcer el sentido claro de la Escritura al decir que estas citas se refieren
a que Dios en uno en tres o tres en uno, o también a que Dios es triuno.
Pero esto es claramente un engaño, pues violenta el sentido natural de las
Escrituras, para reemplazarla por una falsa ciencia. Cuando Jesús declaró
que:
“Esta es la
vida eterna: que te conozcan a ti el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a
quien has enviado” (Juan 17: 3), claramente se
estaba refiriendo al Padre, pues es parte de una oración que le estaba
dirigiendo a su Padre. Y también él se excluyo como no formando parte
de ese solo Dios verdadero, de modo que nos muestra que Dios no es un
rompecabezas que se forma por la unidad de tres personas, sino que el único
Dios verdadero es el Padre. Así también y de un modo más claro lo vemos en
una cita del apóstol Pablo:
“Pues aunque
haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay
muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un
Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él;
y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros
por medio de él.” (1Corintios 8:5,6). Fijémonos
que también Pablo dice inspirado por el Espíritu que solo hay un Dios (como
en Deuteronomio) y que este solo Dios nos es una triunidad sino UNA persona,
el Padre. Esto es más evidente cuando vemos que también Pablo coloca a
Cristo fuera de ese único Dios verdadero ¿Quiere decir esto que no creemos
que Cristo sea un ser divino? No, absolutamente no. La Escritura claramente
enseña que Cristo es el unigénito Hijo de Dios. Así que también la Biblia
nos afirma de la divinidad de nuestro Señor, de la cual hablaremos más
adelante. Pero no podemos negar que Cristo está fuera de este único Dios
verdadero, quién solo es el Padre. Veamos que dice la Escritura del Padre:
1. La Personalidad de Dios:
Ya hemos visto que Dios es un ser personal. Dios nos es un título, una
corporación, o un rompecabezas, ni tampoco ninguna figura geométrica del
cual se compone de la unidad de tres (3 en 1 o 1 en 3). Tampoco es una
esencia que permea todo el universo, ni ninguna fuerza, principio o energía
impersonal. Todas estas teorías destruyen la personalidad y la presencia de
nuestro Padre celestial. Fíjese que en la cita siguiente se dice que Dios es
UN ser NO una unidad de TRES seres: “Está muy difundida la idea en nuestro mundo de hoy, en el sentido de que el Creador no es un ser personal. Dios es un ser; y el hombre fue creado a su imagen. Cuando el Señor lo creó a su imagen, el hombre era perfecto en todo sentido, pero no tenía vida. Entonces un Dios personal y que existe por sí mismo sopló en esa forma el aliento vital, y el hombre llegó a ser un ser viviente, inteligente y que respiraba. Todas las piezas de la maquinaria humana se pusieron en movimiento. Se sometió a las leyes físicas el corazón, las arterias, las venas, la lengua, las manos, los pies, las percepciones mentales y los sentidos. Entonces el hombre llegó a ser alma viviente. Por medio de Cristo, Dios, no un efluvio, no algo intangible, sino un Dios personal, creó al hombre y lo dotó de inteligencia y de poder. . .El Señor es un Dios personal y viviente. Un Salvador personal y viviente vino a este mundo para anular los efectos de las torcidas insinuaciones y las tergiversaciones serpentinas de Satanás” (Cada día con Dios, p. 273) “EL GRAN poder que obra por la naturaleza y sostiene todas las cosas, no es, como lo representan algunos hombres de ciencia, simplemente un principio que lo compenetra todo, una energía que actúa. Dios es espíritu; sin embargo, es un Ser personal, pues el hombre fue hecho a su imagen.” (Joyas de los Testimonios, tomo 3, p. 262) “La Deidad es el autor de la naturaleza. En sí mismo, el mundo natural no tiene poder sino el que Dios le suministra. Hay un Dios personal, el Padre; hay un Cristo personal, el Hijo” (Mensajes Selectos, tomo 1, p. 345)
2. La Naturaleza de Dios:
Todo lo que podemos saber de Dios nos lo dijo Jesús, y dijo que Dios era un
ser espiritual. Más allá tratar de conjeturar la naturaleza de Dios es
irreverente. “Dios es espíritu” (Juan 4: 24)
“EL GRAN poder
que obra por la naturaleza y sostiene todas las cosas, no es, como lo
representan algunos hombres de ciencia, simplemente un principio que lo
compenetra todo, una energía que actúa. Dios es espíritu; sin
embargo, es un Ser personal, pues el hombre fue hecho a su imagen.”
(Joyas de los Testimonios, tomo 3, p. 262)
“Nadie ha
medido todavía la naturaleza de Dios o el carácter de su Hijo. Debemos
tener un conocimiento de Dios por una experiencia viva (Carta 102, 1899).”
(A Fin de Conocerle, p. 119) “Mantuvo una sabia reserva en cuanto al tema de la naturaleza de Dios, porque los enredos y especificaciones [de ellos] introducirían una ciencia en la que no podrían ocuparse las mentes no santificadas sin entrar en confusión.” (Alza tus ojos, p. 146)
“"Las cosas
secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios: mas las reveladas son para
nosotros y para nuestros hijos por siempre." (Deuteronomio 29:29.) La
revelación que de sí mismo dejó Dios en su Palabra es para nuestro estudio,
y podemos procurar entenderla. Pero más allá de ella no debemos penetrar.
El hombre más inteligente podrá devanarse los sesos en conjeturas
respecto a la naturaleza de Dios, pero semejante esfuerzo será estéril.
No nos incumbe resolver este problema. No hay mente humana capaz de
comprender a Dios. Nadie debe permitirse entrar en especulaciones respecto
a la naturaleza de Dios. Aquí el silencio es elocuencia. El Omnisciente
trasciende toda discusión.” (El Ministerio de Curación, p. 336)
3. Los Atributos de Dios:
En esto queremos referirnos a la infinitud de Dios. Sabemos por revelación
que Dios es Omnipotente, Omnisciente, Eterno, infinito en sabiduría,
inmutable, y presente en todas partes por su representante, el Espíritu
Santo, pero presente personalmente en el cielo, en su trono.
Sobre la Omnipotencia:
Es Todopoderoso (Apoc.21:22), todo procede de Él (1Cor.8:6). Descripción de
su poder (Job 38-41) Es el Pantocrátor.
Sobre la Omnisciencia de Dios:
Todo lo sabe y no hay nada que escape de su conocimiento (Salmo 139:1-6;
1Ped 1: 2; Hech 2:23; Romanos 8:29; 11:2)
Sobre la Eternidad de Dios:
Según lo presenta la escritura la eternidad es presentada como un lugar y es
allí donde solo mora Él (Isaías 57:15; Habacuc 3:6). Es el único que tiene
inmortalidad (1Tim 6:16)
Sobre la sabiduría de Dios:
Esta sabiduría de Dios es infinita y nadie puede alcanzarla, Él es el solo
sabio (1Tim 1:17; Romanos 16:27; Judas 25)
Sobre la inmutabilidad de Dios:
En Dios no hay mudanza y él no cambia (Santiago 1:17; Malaquias 3:6)
Sobre la Omnipresencia de Dios:
Sobre este punto ha habido muchas especulaciones y engaños, que también
destruyen la personalidad de Dios y destruyen todos los fundamentos de la fe
cristiana. Primero debemos notar que a Dios nadie jamás lo ha visto, ni lo
puede ver (1Tim 6:16; Juan 1:18). Algunos han extraviado a millones al hacer
creer que Dios mora personalmente en todas partes, ya sea en las cosas de la
naturaleza, en las personas o que llena todo el espacio ¿Pero… es eso lo que
dice la Escritura?
“Si Dios hubiese deseado que se le
representase como morando personalmente en las cosas de la naturaleza,
en la flor, el árbol, la brizna de hierba, ¿no habría hablado Cristo de esto
a sus discípulos cuando estaba en la tierra? Pero nunca se habló así de
Dios en las enseñanzas de Cristo. Cristo y los apóstoles enseñaron
claramente la verdad de que existe un Dios personal.”
(Joyas de los
Testimonios, tomo 3, p. 262)
¿Dónde está la presencia personal de
Dios?
La Biblia nos muestra a Dios que mora
en el cielo (Salmo 103:19; 11:4; Salmo 113: 5, 6), entre querubines (2Samuel
6:2). Entre ángeles (Lucas 1:19; Apocalipsis 8:4; Hechos 7:55,56). Allí
Cristo intercede por nosotros (Hebreos 9:24)
“La Biblia nos muestra a Dios en un
lugar alto y santo, no en un estado de inactividad, ni en silencio y
soledad, sino rodeado por diez mil veces diez millares y millares de
millares de seres santos, todos dispuestos a hacer su voluntad. Por
conductos que no podemos discernir está en activa comunicación con cada
parte de su dominio.” (Deseado de Todas las Gentes, p. 323)
“La Biblia nos muestra a Dios en su
alto y santo puesto, no en estado de inacción, no en el silencio y la
soledad, sino rodeado de millares de millares y millones de millones de
seres santos, siempre a la espera de sus órdenes.” (El Ministerio de
Curación, p. 325)
¿Cómo entonces es que Dios está en
presente en todas partes?(Salmo 139:7)
“Mientras Jesús ministra en el
verdadero santuario de arriba, por medio de su Espíritu Santo obra a través
de los mensajeros terrenales.” (Consejos sobre la salud, p. 546) “La Biblia nos muestra a Dios en su alto y santo puesto, no en estado de inacción, no en el silencio y la soledad, sino rodeado de millares de millares y millones de millones de seres santos, siempre a la espera de sus órdenes. Por medio de estos mensajeros permanece Dios en comunicación activa con todas las partes de su dominio. Por medio de su Espíritu está presente en todas partes. Mediante su Espíritu y sus ángeles atiende y cuida a los hijos de los hombres.” (El Ministerio de Curación, p. 325) “Por medio de su Espíritu es como Dios obra en el corazón humano; y cuando los hombres rechazan voluntariamente al Espíritu, y declaran que es de Satanás, cortan el conducto por medio del cual Dios puede comunicarse con ellos.” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, p. 265) “(Cristo) personalmente está en medio de su iglesia por medio de su Espíritu Santo” (Testimonios Selectos, tomo 1, p. 204) “La grandeza de Dios nos es incomprensible. "Jehová tiene en el cielo su trono"; sin embargo, es omnipresente mediante su Espíritu. Tiene un íntimo conocimiento de todas las obras de su mano y un interés personal en ellas.” (La Educación, p. 132)
El error respecto a un Dios
impersonal difundido a través de la naturaleza “En Nueva Hampshire había quienes estaban empeñados activamente en diseminar ideas falsas concernientes a Dios. Se me dio luz según la cual esos hombres estaban anulando el efecto de la verdad por medio de sus ideas, algunas de las cuales llevaban al amor libre. Se me mostró que esos hombres estaban seduciendo a las almas al presentarles ideas especulativas concernientes a Dios... Entre otros conceptos, sostenían que los que una vez fueron santificados ya no pueden pecar…y esto era lo que presentaban como alimento evangélico. Sus teorías falsas con su carga de influencia engañosa, estaban realizando mucho daño a ellos mismos y a otros. Estaban obteniendo un poder espiritista sobre los que no podían ver el mal de esas teorías hermosamente adornadas. Esto ya ha producido grandes males…Este es sólo uno de los pasos en que se me pidió que reprochara a los que estaban presentando la doctrina de un dios impersonal difundido a través de la naturaleza” (El Evangelismo, p. 435,436)
“Ya se están introduciendo entre
nosotros elementos espiritualistas que minarán la fe de quienes les presten
atención. La teoría según la cual Dios es una esencia inmanente en toda la
naturaleza, es uno de los engaños más sutiles de Satanás. No presenta a Dios
tal cual es y deshonra su grandeza y majestad.
Las teorías panteístas no son
confirmadas por la Palabra de Dios... El resultado de aceptarlas es la
separación de Dios...Hay sólo un poder que puede sustraer los corazones de
los hombres al imperio del mal: el poder de Dios en Cristo Jesús… Y ese
poder lo anulan las teorías espiritualistas referentes a Dios. Si Dios es
una esencia inherente a toda la naturaleza, debe, pues, morar en todos los
hombres, y para llegar a la santidad el hombre necesita tan sólo desarrollar
el poder que está en él.
Esas teorías desarrolladas hasta sus
conclusiones lógicas suprimen completamente el cristianismo. Eximen de la
necesidad de la redención, y hacer del hombre su propio salvador. Esas
teorías referentes a Dos quitan toda eficacia a su Palabra, y los que las
aceptan estarán expuestos al peligro de considerar finalmente toda la Biblia
como una fábula. Pueden estimar que la virtud es mejor que el vicio; pero
habiendo privado a Dios de su soberanía, ponen su confianza en la fuerza del
hombre, la cual sin Dos no tiene valor. La voluntad humana abandonada a sí
misma no tiene fuerza real para resistir al mal y vencerlo. Las defensas del
alma son derribadas. El hombre no tiene más barreras contra el pecado. Una
vez rechazadas las restricciones de los mandamientos de la Palabra y del
Espíritu de Dios, no sabemos hasta qué profundidad podemos caer.
Los que persistan en esas teorías
arruinarán con seguridad su carrera cristiana. Se privarán de la comunión
con Dios y perderán la vida eterna.
Los sofismas concernientes a Dios y
la naturaleza, que inundan al mundo de escepticismo a Dios y la naturaleza,
que inundan al mundo de escepticismo, son inspirados por el ángel caído.
El estudia la Biblia; conoce la verdad necesaria a la humanidad, y procura
distraer las mentes de las grandes verdades destinadas a prepararla para los
acontecimientos que vendrán sobre el mundo.
He visto el resultado de esas ideas
fantásticas con respecto a Dios; son la apostasía, el espiritismo, el amor
libre.” (Joyas de los Testimonios, tomo 3, págs.
269, 270. Año 1904)
La Duda con respecto a la presencia
personal de Dios introduce duda con respecto a la doctrina del santuario
“Aproximadamente por ese mismo tiempo,
uno de nuestros pastores, a quien identificaremos como "pastor G", sostuvo
la idea de que cuando Cristo regresó al cielo después de su ministerio en la
tierra, fue a la presencia de Dios, y donde Dios está debe ser un lugar
santísimo; por lo tanto, el 22 de octubre de 1844 no se produjo su entrada
en el lugar santísimo del santuario celestial como creíamos y enseñábamos.
Estos dos conceptos, ambos contrarios a la doctrina del santuario que
sosteníamos, indujeron a Elena G. de White a referirse varias veces a la
solidez y la integridad de este punto de fe. En 1904 escribió:
"Ellos [los hijos de Dios] no deben
inducir a nadie a dudar de la personalidad distinta de Dios, o en cuanto al
santuario y su servicio por medio de sus palabras o sus hechos.” (Cristo en
su santuario, p. 16) “Como Cristo, después de su ascensión, compareció ante la presencia de Dios para ofrecer su sangre en beneficio de los creyentes arrepentidos, así el sacerdote rociaba en el servicio diario la sangre del sacrificio en el lugar santo en favor de los pecadores” (Cristo en su santuario, p. 44)
La Apostasía alfa introducía dudas
acerca de la presencia y la personalidad de Dios, que a su vez afectaba la
doctrina del santuario:
“He sido instruida por el mensajero celestial de que parte del razonamiento del libro Living Temple [Templo viviente] es malsano y que ese razonamiento descarriaría la mente de aquellos que no están plenamente establecidos sobre los principios fundamentales de la verdad presente. Introduce aquello que no es nada sino especulación en cuanto a la personalidad de Dios y dónde está su presencia. Nadie en esta tierra tiene derecho a especular sobre esta cuestión. Mientras más se discutan las teorías fantásticas, los hombres sabrán menos de Dios y de la verdad que santifica el alma…Living Temple contiene el alfa de esas teorías. Sabía que la omega seguiría poco después, y temblé por nuestro pueblo. Sabía que debía advertir a nuestros hermanos y hermanas que no debían entrar en controversias en cuanto a la presencia y personalidad de Dios. Las declaraciones presentadas en Living Temple acerca de este punto son incorrectas” (Mensajes Selectos, tomo 1, p. 236, 237) Se revela las doctrinas que se cambiarían en la apostasía omega, la final “Que ningún hombre entre en la obra destruyendo los fundamentos de la verdad que han hecho de nosotros lo que somos. Aunque había trampas a cada lado, Dios dirigió a su pueblo paso a paso. Bajo la maravillosa conducción de un claro "Así dice el Señor", se ha establecido una verdad que ha soportado la prueba. Cuando los hombres se levantan e intentan atraer a los discípulos tras de sí, enfréntenlos con las verdades que han sido probadas como por fuego…Quienes procuran mover los antiguos pilares, no están afirmando las cosas; no recuerdan lo que han recibido y oído. Quienes tratan de introducir teorías que mueven las columnas de nuestra fe con respecto al santuario, la personalidad de Cristo o de Dios, están trabajando como ciegos. Procuran introducir incertidumbre y dejar al pueblo de Dios sin ancla, a la deriva.” (Recibiréis Poder, p. 237) “Antes que ocurran los acontecimientos finales de la obra de la apostasía, habrá una gran confusión en lo que concierne a la fe. No habrá conceptos claros y definidos con respecto al misterio de la Divinidad. Una verdad tras otra se irá corrompiendo. Después que la verdad haya sido proclamada por testimonio a todas las naciones, comenzará a actuar todo medio concebible de maldad, y las mentes serán confundidas por muchas voces que clamarán: "¡He aquí el Cristo! ¡Helo allí! ¡Esta es la verdad! Yo tengo el mensaje de Dios; él me ha enviado con gran luz". Entonces se removerán los hitos y se tratará de derribar las columnas de nuestra fe. Se hará un esfuerzo más decidido al reemplazar el día que él bendijo y santificó. Se pondrá en vigencia la observancia de este falso día de reposo mediante una ley opresiva.” (Dios nos cuida, p. 357) “En una escena que pasó ante mí, vi cierta obra hecha por los médicos misioneros. Nuestros hermanos dirigentes la contemplaban, observando lo que se hacía, pero no parecían comprenderla. El fundamento de nuestra fe, que fue establecido con tanta oración, con tan fervoroso escudriñamiento de las Escrituras, estaba siendo demolido columna tras columna. Nuestra fe iba a quedar sin fundamento sobre el cual apoyarse; se eliminó el santuario, se eliminó la expiación…” (Alza tus ojos, p. 150)
4. La Obra de Dios:
En la obra de Dios se muestra su sola soberanía (1Tim 6:15), pues hay cosas
que están solo en su poder como los tiempos (Hechos 1:7), o el día de la
venida del Hijo (Mateo 24:36). Es la cabeza de Cristo el cual debe
subordinársele (2Corintios 11:2), es mayor que todos (Juan 10:29; Efesios
4:6). Por eso Él es el supremo rey (Mateo 26:29; Lucas 12:32; 22:29;
Apoc.3:21) y Juez supremo (Mat. 18:34,35; 20:23; 1Tes.3:13; 1Ped 1:17; 1Juan
2:1; Apoc. 3:5). Todo esto es así pues TODO procede de Él (1Cor 8:6), aún el
Hijo (Juan7:29) y el Espíritu proceden de Él (Juan 14:26)
5. El Carácter de Dios:
Dios es infinito en santidad, justicia, bondad, verdad y misericordia
El dios falso de la Bestia y su
imagen
Satanás se esfuerza siempre en
presentar de un modo falso el carácter de Dios, la naturaleza del pecado y
las verdaderas consecuencias que tendrá la gran controversia. Sus sofismas
debilitan el sentimiento de obligación para con la ley divina y dan a los
hombres libertad para pecar. Al mismo tiempo les hace aceptar falsas ideas
acerca de Dios, de suerte que le miran con temor y odio más bien que con
amor. Atribuye al Creador la crueldad inherente a su propio carácter, la
incorpora en sistemas religiosos y le da expresión en diversas formas de
culto. Sucede así que las inteligencias de los hombres son cegadas y Satanás
se vale de ellos como de sus agentes para hacer la guerra a Dios. Debido a
conceptos erróneos de los atributos de Dios, las naciones paganas fueron
inducidas a creer que los sacrificios humanos eran necesarios para
asegurarse el favor divino; y perpetráronse horrendas crueldades bajo las
diversas formas de la idolatría. La iglesia católica romana, al unir las formas del paganismo con las del cristianismo, y al presentar el carácter de Dios bajo falsos colores, como lo presentaba el paganismo, recurrió a prácticas no menos crueles, horrorosas y repugnantes.” (CS 625) “Al rechazar la verdad, los hombres rechazan al Autor de ella. Al pisotear la ley de Dios, se niega la autoridad del Legislador. Es tan fácil hacer un ídolo de las falsas doctrinas y teorías como tallar un ídolo de madera o piedra. Al representar falsamente los atributos de Dios, Satanás induce a los hombres a que se formen un falso concepto con respecto a él. Muchos han entronizado un ídolo filosófico en lugar de Jehová, mientras que el Dios viviente, tal cual está revelado en su Palabra, en Cristo y en las obras de la creación, no es adorado más que por un número relativamente pequeño. Miles y miles deifican la naturaleza al paso que niegan al Dios de ella. Aunque en forma diferente, la idolatría existe en el mundo cristiano de hoy tan ciertamente como existió entre el antiguo Israel en tiempos de Elías. El Dios de muchos así llamados sabios, o filósofos, poetas, políticos, periodistas -el Dios de los círculos selectos y a la moda, de muchos colegios y universidades y hasta de muchos centros de teología- no es mucho mejor que Baal, el dios-sol de los fenicios.” (CS 640)
¿Es importante este punto de la no
idolatría en la iglesia? ¿Qué debe hacer el remanente?
“Tras largo y tenaz conflicto, los
pocos que permanecían fieles resolvieron romper toda unión con la iglesia
apóstata si ésta rehusaba aún desechar la falsedad y la idolatría. Y es que
vieron que dicho rompimiento era de todo punto necesario si querían obedecer
la Palabra de Dios. No se atrevían a tolerar errores fatales para sus
propias almas y dar así un ejemplo que ponía en peligro la fe de sus hijos y
la de los hijos de sus hijos. Para asegurar la paz y la unidad estaban
dispuestos a cualquier concesión que no contrariase su fidelidad a Dios,
pero les parecía que sacrificar un principio por amor a la paz era pagar un
precio demasiado alto. Si no se podía asegurar la unidad sin comprometer la
verdad y la justicia, más valía que siguiesen las diferencias y aun la
guerra. Bueno sería para la iglesia y para el mundo que los principios que aquellas almas vigorosas sostuvieron revivieran hoy en los corazones de los profesos hijos de Dios. Nótase hoy una alarmante indiferencia respecto de las doctrinas que son como las columnas de la fe cristiana. Está ganando más y más terreno la opinión de que, al fin y al cabo, dichas doctrinas no son de vital importancia. Semejante degeneración del pensamiento fortalece las manos de los agentes de Satanás, de modo que las falsas teorías y los fatales engaños que en otros tiempos eran rebatidos por los fieles que exponían la vida para resistirlos, encuentran ahora aceptación por parte de miles y miles que declaran ser discípulos de Cristo.” (CS 49, 50)
¿Cómo es que Dios y Cristo son uno?
¿En qué son uno y en qué no son uno? “Dios es uno con el Padre, pero Dios y Cristo son dos personas distintas. Lean la oración de Cristo, registrada en el capítulo 17 de Juan, y encontrarán este punto claramente presentado. Cuán fervorosamente oró el Salvador para que sus discípulos pudieran ser uno con El así como El era uno con el Padre. Pero la unidad que existe entre Cristo y sus seguidores no destruye la personalidad de uno ni de los otros. Ellos deben ser uno con El y El es uno con el Padre. Mediante esta unidad deben expresar claramente al mundo que Dios envió a su Hijo para salvar a los pecadores. La unidad de los seguidores de Cristo con El, debe ser la prueba grande e inequívoca de que Dios ciertamente envió a su Hijo al mundo para salvar a los pecadores.” (ATO 151)
Por: John García
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